Lloro un río que corre doscientos metros bajo tierra, que llena una napa ignorada por vos,
no por tus pies encapuchados.

Una lágrima teletransportada baja ahora por un pelo tuyo,
pero lo ignorás.

Lloré siendo un niño mientras nadaba y siendo un viejo bajo la ducha,
eso es como no llorar para los registros oficiales.

Cuántas veces mi llanto cayó sobre el mate que tomaba
e hice como si no pasara nada.

Los sábados de superación son para no llorar, para mirar para otro lado,
los domingos para llorar, para hacer el amor y leer poesía con los amigos amados.

De muy chico puse un televisor boca arriba para que Dios mirara la televisión
y llovió
y yo también lloré en mi penitencia.

4 comentarios:

  1. el llanto llega y rompe con lo que ya estaba.
    o quiere romper.

    si que es importante saber llorar
    no de ventajero para mamar a los demás
    sino para vivir
    vivir de verdad.

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  2. de casualidad llego a leer tus llantos... tampoco he llorado bajo la ducha.

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